Hoy, día de Santa Bárbara, toca entrada doble. Iba a mezclar y simplificar los dos temas en un post, pero ambos tienen la suficiente importancia para tratarlos por separado, por lo que, si no os importa, nos vais a permitir hacer doblete. Confío en no saturaros, pero, bueno, el exceso de hoy, que sirva para equilibrar las épocas en las que hay menos publicaciones. Esta mañana tocaba felicitar la festividad de la patrona de los mineros. Ahora, seguimos con celebraciones. Esta vez la de los periodistas y comunicadores bercianos en Madrid, que esta noche llevaremos a cabo, por noveno año consecutivo, nuestro encuentro anual de «Plumillas Bercianos», colectivo de comunicadores que nos autodenominamos así, -debido a nuestra profesión, a nuestra procedencia y a que la iniciativa de reunirnos surgió en este blog, Plumilla Berciano-. Hoy quedamos para cenar y para entregar nuestro premio: el Lambrión Chupacandiles.
Premio Lambrión Chupacandiles
Hace apenas unas horas madrugábamos con la noticia de los 3 oros conseguidos en el Campeonato del Mundo de Halterofilia, que se está celebrando en California -EEUU-, por nuestra paisana Lydia Valentín. Ella fue nuestra Lambriona Chupacandiles 2016, hace un año, por estas mismas fechas.
Hoy, aunque Lydia no podrá asistir, por razones obvias, cederá el testigo al premiado de 2017, el humorista Leo Harlem, natural de Matarrosa del Sil. El motivo: sobran las palabras, pues Leo lo tiene más que merecido. Pero, por resumirlo, «por su gran trayectoria profesional, así como por llevar siempre al Bierzo por bandera y contribuir a su promoción y a la de sus valores». Es decir, las razones por las que lo premiamos a él y al resto de «lambriones» precedentes. ¡Y ya van 6! Cabe recordar que la lista la integran, además de la mencionada Lydia Valentín -2016-, el pintor José Sánchez Carralero -2015-; el periodista Mario Tascón -2013-; el empresario José Luís Prada -2012– y un servidor, Juanma G. Colinas -2011-, que me lo dieron mis compañeros, a traición y con alevosía, además de con la evidente nocturnidad, sin yo saber nada-. Sigue leyendo