Me gustaría contaos una experiencia que he vivido recientemente y que me ha encantado. Se trata de una de esas cosas que apetece mucho recomendar a todo el mundo. Hablo de una cata de vino muy especial, que ha sido una de las mejores que he podido disfrutar, por no decir la mejor.
Efectivamente, habéis descubierto todos que el escenario fue, como no podía ser de otra forma, el Bierzo. Pero, aunque la tierra tira y uno muchas veces no es objetivo con este tema -aunque intento serlo-, este evento lo recomiendo porque realmente merece la pena. La cata en cuestión forma parte de un ciclo de catas que se desarrolla en La Moncloa de San Lázaro –un maravilloso lugar que me tiene enamorado-, a lo largo de todo el año y que se denomina «Bierzo, Catar para Amar». Concretamente, se trata de un proyecto creado por La Moncloa y Con Mil Amores, una fábrica de magia donde Rubén García Franco, aventurero vitivinícola con más de 15 años de experiencia en el sector enológico alrededor del mundo, que se han unido para crear experiencias sensoriales e inspiradoras que generen entusiasmo y pasión. Un recorrido a través de los vinos del Bierzo, de valles y montañas. Un punto de partida para nuestros sentidos. Una fusión de vinos, gastronomía, arte y música en un entorno atractivo, La Moncloa de San Lázaro. Un placer sensorial, un esfuerzo por aprender y por profundizar en el terreno de las emociones.
Por otro lado, también cabe mencionar que el objetivo de cada cata es profundizar en el conocimiento y divulgación de los vinos del Bierzo, a partir del desarrollo de 2 catas mensuales, de 2 horas de duración, aptas para todos los públicos. En concreto, estas se desarrollaran el primer y el tercer viernes de cada, hasta junio de 2014.
Por norma general, se catan 5 vinos en cada sesión, aunque en la que yo asistí catamos 7, seguidos de un generoso picoteo. Durante la primera jornada mensual se realiza una introducción a la cata de los vinos y se pone a punto la mecánica sensorial. En la segunda jornada se profundiza sobre un aspecto concreto y típico de los vinos del Bierzo. No obstante, las catas están pensadas para poder asistir a las mismas de forma totalmente independiente. Por lo que se puede asistir a una sola, pero también repetir y poder ir a las 24 que se celebran al año, aunque en esta edición ya solo quedan 14.
Aunque siempre se celebran los viernes, la próxima será este jueves 5 de diciembre, ya que el viernes 6, día de la Constitución, es festivo y se traslada al día anterior.
De todas formas, en este enlace podéis consultar todas las fechas y descubrir qué semana es la que os viene mejor, para que os podáis organizar si es que os ha picado el gusanillo y queréis asistir.
La verdad es que es toda una experiencia y merece muchísimo la pena vivirla, por lo que si alguna vez tenéis oportunidad de asistir, no lo dudéis, ya que no se trata de una simple cata al uso, sino que es es un verdadero deleite para los sentidos, en el que el vino, las explicaciones prácticas muy bien narradas, las imágenes artísticas, la música y, posteriormente, la comida, hacen que sea algo redondo, único y exclusivo.