Hace unos minutos que me he enterado de una trágica, ingrata y triste noticia. La emoción me embarga, tengo un nudo en la garganta y me cuesta escribir, pero a pesar de ello lo intentaré. Sabía que estaba malito, pero confiaba en que no se produjese este fatal desenlace. Por lo menos tan rápido.
Hablo de Francisco González González. Lamentablemente nos ha dejado, se nos ha ido. Fue esta mañana, en la clínica Montpelier de Zaragoza. Sin duda se trata de una fatídica perdida. Hoy todos los bercianos estamos de luto porque con él se nos ha marchado una pequeña parte de nuestro propio ser. Era, y seguirá siendo, una persona irremplazable, que acaba de dejar un enorme hueco difícil de llenar. Creo que el pueblo de Toreno y El Bierzo en general difícilmente volverán a contar con un ilustre historiador de estas características.
Haría un sentido orbituario, pero hace 2 meses escasos que he publicado su dilatada y envidiable trayectoria en «Bercianos x el mundo«, y sólo repetiría lo ya escrito, no aportaría nada nuevo. Además, mejor recordarlo de una forma feliz, como lo hemos hecho hace unos meses.