Los integrantes del grupo de periodistas bercianos residentes en Madrid, que nos solemos reunir anualmente en la capital de España, volvimos a quedar para cenar, ayer martes.
Aunque en esta ocasión no se trataba de uno de nuestros encuentros oficiales, la reunión fue oficiosa, pues José Luís Prada «A Tope», que está estos días por Madrid, decidió convocarnos a todos para invitarnos a cenar. La franquicia madrileña de Prada A Tope, situada en la calle Príncipe, es nuestro habitual lugar de reuniones y, por decirlo de alguna manera, nuestra simbólica embajada en Madrid, por lo que nos supo a gloria, tanto por el lugar, como por la comida y, sobre todo, por la compañía. Ciertamente, fue un placer poder disfrutar en «exclusiva» de Prada por unas horas y ser participes de su conocimiento, optimismo, «positivismo» y sentido del humor. Aunque no pudo ni quiso ocultar una cierta preocupación por el futuro del Bierzo.