Ya prácticamente llegó la Navidad. Como cada diciembre, los medios de comunicación, tanto convencionales como digitales, se llenan de campañas de comunicación y marketing diseñadas especialmente para estas fechas. Unas son esperadas con ansia todos los años, otras aspiran a serlo. Unas son espectaculares, incluso en tiempos de crisis, otras se conforman con generar impactos, aunque las consecuencias de los mismos sean negativos. A mí las que más me gustan son las ingeniosas, las que a base de creatividad consiguen ser eficaces.
Una de las que me han encantado es la de la marca de conservas Calvo, que de una forma que yo considero brillante, ha utilizado la potencia de Facebook para tocar la fibra de las personas que están lejos de su hogar familiar, haciéndoles un guiño para que vuelvan a casa por Navidad. Es cierto que algún turrón lleva años haciéndolo en televisión, pero la originalidad en este caso viene por el medio que han empleado y por la mecánica de la misma, así como por los textos cuidados, que sugieren que lo natural es volver a casa por Navidad, para vivir esos momentos que realmente marcan a una persona. Y, lo mejor de todo, no se quedan solo en el hecho de transmitir ese sentimiento, sino que, de forma simbólica, están regalando viajes de ida y vuelta a sus usuarios en Facebook, para que puedan volver a casa por Navidad, que es uno de los puntos fuertes que yo le veo a la acción, ideada por la agencia Sr. Burns. Si queréis volver a casa por cortesía de Calvo, daos prisa que la promoción como tal finaliza este viernes, 13 de diciembre.
A mí tengo que reconocer que me han ganado, pues soy una de esas personas que estoy fuera todo el año y que me apetece volver a casa por Navidad. Por si fuera poco, en Calvo se han entretenido en calcular la distancia que hay desde mi domicilio en Madrid a mi casa familiar en Toreno. Exactamente son 389 km. los que me separan del lugar donde se esconde lo que realmente me marca. ¡Lo han clavado!
Además, por si fuera poco, me han pedido que les deje llevarme a casa. Por lo tanto, bercianos, esta Navidad nos vemos en casa, gracias a Calvo. Y seguro que muchos de vosotros estáis a tiempo de permitirlo también. ¡Qué buena idea!
¡Feliz Navidad!