(Cuando lluve ácido ó Fantástica película medioambiental española).
Ayer fuí a ver «Cenizas del cielo», del asturiano José Antonio Quirós -autor dél mítico largometraje «Pídele cuentas al rey», que narra el viaje de un minero a Madrid tras perder su empleo- . Es una película que antes de su puesta de largo -se estrenó este viernes día 7 de noviembre- había despertado en mí gran expectación, dado que en ella esperaba encontrar alusiones a la minería y a la vida en torno a una central térmica. Algo similar a lo que ha sido mi infancia. El trailer y el cartel habían generado no sólo empatía sino deseo. Deseo de acudir inmediatamente al cine para verla.
A veces hacerse demasiadas ilusiones y poner el listón muy alto puede ser malo, porque luego la obra te puede llegar a decepcionar. No ha sido el caso. Me ha encantado. Aunque tengo que reconocer que no he salido del cine entusiasmado. Sin duda no será la película de mi vida ni tan siquiera de mis preferidas. No obstante ha estado genial. Si tuviese que ponerle nota esta sería un 8,5.
Lo que está claro es que no deja a nadie indiferente. Te puede gustar más o menos, pero por un motivo o por otro es digna de admiración. Incluso diría que es un film atípico que se sale de lo que podría calificarse como una «película normal». Es más, considero que mezcla situaciones de la vida real con momentos verdadera surrealistas. Va de lo cotidiano a lo verdaderamente genuino -y utópico en algunos casos- en un abrir y cerrar de ojos. Por no hablar de las píldoras de humor inteligente que el propio Quirós ha denominado como «humor confuso».