La actual es una de esas épocas en la que más orgulloso te sientes del ser del Bierzo. Los bercianos siempre lo estamos, pero cuando ves triunfar a unos paisanos tuyos, entonces sacas pecho o directamente se te cae la baba. Salvo algunas excepciones, espero que las menos, que prefieren ponerse verdes, morirse de la envidia e intentar pisar al que sobresale, que de todo hay.
Aunque la reflexión sea genérica, me refiero a que hace casi una semana una agencia publicitaria de Ponferrada, Salvi Design, lograba una importante distinción: Ser la más premiada, mejor campaña incluida, en los Premios de Publiciad de Castilla y León. No es que yo sea defensor de premios y festivales, pues a pesar de que considero que normalmente sí se reconocen los mejores trabajos, en ocasiones hay un tanto de «mamoneo» en las grandes e internacionales citas. Y es que casi siempre ganan los mismos y pocas veces hay sitio para las empresas que no pertenecen a un gigantesco grupo de comunicación. Las inscripciones cuestan una pasta y no todo el mundo se puede permitir el lujo de presentar sus proyectos. De esta forma las grandes organizaciones inscriben numerosas piezas, a modo de inversión. Pero bueno, sería de tontos no reconocer que las grandes agencias que ganan siempre son las mejores y sus creatividades sobresalen. El matiz es que no todas las empresas, sobre todo las más pequeñas, tienen la posibilidad de aparecer en este escaparate.