El domingo pasado, hace justo una semana, tuve la oportunidad de participar en la I Milla #RompeTusBarreras, organizada por Toyota y la Fundación A Víctimas de Tráfico. Me pareció y me parece una iniciativa muy interesante y por eso decidí formar parte de ella, para aportar mi pequeño granito de arena. La hice en silla de ruedas y pude comprobar de primera mano lo duro que es, lo que me permitió ponerme en la piel de las personas que tienen que utilizar una a diario. Además, días antes había tenido un leve percance que redujo mínimamente mi movilidad y que ya me había hecho pensar en ello. ¡Qué importante es que nos conciencemos de la necesidad de suprimir las barreras arquitectónicas! Hasta que no lo sufrimos, no le damos la importancia que tiene.
Milla
La milla sólo duró un día, unas horas, pero dos días antes ya se estaba celebrando una carrera mucho más dura, el trail. El objetivo de las dos acciones, enmarcadas dentro del mismo proyecto, era concienciar a la población sobre la importancia de la seguridad vial para evitar accidentes de tráfico y dar a conocer a todo el mundo las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad en su día a día.
La jornada arrancaba con la I Milla #RompeTusBarreras. Un evento celebrado en el madrileño Templo de Debod, donde los participantes debíamos completar la distancia (1,609 kilómetros) utilizando un dispositivo a elegir, entre sillas de ruedas, hand-bikes, gafas de visión reducida o gafas de visión nula. La recaudación íntegra de la participación se destinó a la Fundación A Víctimas de Tráfico, para su labor de atención a las víctimas de accidentes de tráfico y sus familias. Sigue leyendo