Ayer tuve la oportunidad de presenciar la representación de la obra teatral «Por el Placer de Volver a Verla», de Michel Tremblay, en el Teatro Amaya, de Madrid.
Esta versión española, obra de la compañía Loquibandia, mezcla, hábilmente y de una forma muy inteligente, el humor y el cariño con la ternura y la tristeza. Sin duda un interesante ensamblaje de sensaciones y emociones simbólicas que tocan la fibra.
Dirigida por Manuel González Gil e interpretada por Miguel Ángel Solá y Blanca Oteyza, nos encontramos ante una obra de teatro, dentro del teatro, en la que sus actores están inmensos. Concretamente, el argumento está basado en la historia de un reconocido autor teatral, -también director y actor-, que propone aceptar que «alguien» es único cuando logra despertar en el otro el placer de volver a verle. En este caso, para él, ese alguien es su desaparecida madre, a la que recuerda con cariño.
La verdad es que llego tarde para recomendarla, porque justo hoy se baja el último telón. Si alguien está a tiempo de poder ir a verla, que no lo dude. ¡Os animo a que lo hagáis! Espero que tras el verano vuelva a Madrid o gire por el resto de España, ya que es una obra muy interesante. Aunque supongo que será complicado porque ya ha estado en teatros de casi toda España, como, por ejemplo, de Andalucía, Galicia, Canarias, País Vasco, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias, Extremadura, Cantabria, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Ceuta, etc. Por lo que si no es así, espero poder deleitarme con la actuación de sus actores en otra representación, próximamente.
De hecho, hace varios años también pude ver otra obra de la misma compañía y actores: «El Diario de Adán y Eva», de Mark Twain. En este caso fue en el Teatro Reina Victoria, de Madrid, donde no hace mucho también presencié «La Ratonera». «El Diario de Adán y Eva» también estuvo genial y salí con la sensación de que era una obra maestra. Muy recomendables las dos -las tres-.
Maravillosa. Escrita, no con la mano, sino con un corazón enorme y agradecido. Los actores son de otro mundo. Una tarde muy emotiva por ser la última función con todo el teatro en pié y los ojos enrojecidos. Cuánta magia hay en esta función, y qué pena da que este tipo de obras no quede para siempre en cartel, porque a muchos ayudará el verla de vez en cuando. A mí, por ejemplo, que la he visto cuatro veces. Un abrazo
Estimados Bercianos, les escribe Serafin, desde la pampa Argentina, estoy muy contento que aparezcan otros Bercianos del Mundo, para ti Juan Manuel te voy a enviar el libro que ya lo tengo en mi poder, espero que te guste y le guste a los que lo puedan leer, un abrazo a todos los bercianos, Serafin
Extraordinaria. Lo mejor que he visto en teatro en este tiempo, pero me parece que ha bajado de cartel ya. Hay funciones, como ha dicho Manuel, que deberían estar siempre a mano de todos. Repito: impecable, inolvidable y extraordinarios los únicos dos actores que te llevan de la mano a donde ellos quieren, tu corazón. Un abrazo. Jorge Moya.