El Ayuntamiento de Toreno me ha impuesto su pin, con el que homenajean a personalidades de la localidad y a otros vecinos ilustres, así como a diferentes personas de interés que visitan el municipio. No es que yo forme parte de ninguno de esos destacados y selectos grupos, sino que, más allá de esto, también es una condecoración que concede a sus pregoneros. Y no quiero con esto quitarle importancia al hecho de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de tu pueblo, al contrario, porque para mi esta vivencia ha supuesto un privilegio y ha sido muy enriquecedora.
Como sabéis, he tenido la inmensa suerte de haber sido pregonero de Toreno, en las fiestas de San Juan de 2016. Curiosamente, el pin lo empezaron a otorgar un año después, en 2107, cuando la pregonera fue Angélica Rubio. El Ayuntamiento no quería que me quedase sin él y en esa fecha me invitaron a presenciar su pregón, con la intención de ponerlo en mi solapa públicamente. Pero, además de que la protagonista era Angélica y yo no debía robarle protagonismo, desafortunadamente, ese día no pude viajar a Toreno. Y es que, los que estamos fuera, por desgracia, no siempre podemos volver a casa por San Juan.