Hoy os voy a dar dor raciones, permitidme que actualice dos veces, porque es que la ocasión lo merece.
Acabo de tener el privilegio de asistir a una jornada sobre ‘personal branding’ -o creación/descubrimiento/desenterramiento de la marca propia, por utilizar nuestro rico castellano-. Por simplificar, podríamos definir este concepto brevemente como un modelo de gestión personal similar al que utilizan las empresas. Es decir, el conjunto de técnicas usadas por una persona para desarrollar su propia marca, que no es otra que todos los rasgos y atributos que la definen. El objetivo de todo esto no es nada más que mejorar la reputación, es decir la percepción que los demás tienen de nosotros. Por lo tanto, hablamos de unas premisas que pueden ayudar a famosos, directivos, ejecutivos, empresarios, empleados por cuenta ajena o cualquier otra persona, tenga el trabajo que tenga, a desarrollar su propia enseña, tanto en lo profesional como también en el ámbito más privado.