El Ayuntamiento de Toreno inauguró ayer domingo 2 esculturas de Arturo Bruzos, artista local de esta villa berciana, a las que se sumó también una placa explicativa que informa sobre el significado y fecha de colocación en esa emplazamiento del monumento La Picota, hecha de granito y con soporte de hierro.
Precisamente fue la creación de este nuevo letrero la que propició el nacimiento de estas dos nuevas esculturas en Toreno. El Ayuntamiento encargó la base para la pieza señalética de La Picota -una manos que sujetan la piedra explicativa- a Arturo Bruzos y durante el proceso de elaboración surgió la idea de realizar varias esculturas para disfrute de los vecinos y, sobre todo, para que los turistas tengan un aliciente más para visitar Toreno. La concejala de Cultura, Kleme Mancebo, explica que «nos dimos cuenta de que más allá de los monumentos históricos como La Picota o la torre del Palacio del Conde de Toreno, hasta ahora no existía ninguna obra contemporánea». Por eso, «le sugerimos a Arturo la posible realización de las obras y le indicamos los dos lugares donde nos gustaría colocar dos esculturas modernas y, como él es el artista, le dimos total libertad de creación».
La primera de las obras está situada junto a la residencia de la tercera edad «Las Candelas» y lleva por nombre «Nunca Olvides». Se trata de una figura que representa a un abuelo o a una abuela, con bastón y una mano en la frente en actitud pensativa, que lleva una leyenda al pie que reza las palabras que le dan título. Es, por tanto, un homenaje a todos aquellos abuelos que son figuras clave en sus familias.
En cuanto a la segunda escultura, «Una familia», está emplazada junto al Centro de Día. Sus protagonistas son una madre, un padre y su hijo.
Ambos trabajos están realizados en hierro forjado y estos incorporan cantos rodados del río Sil.
En lo referente a la piedra informativa de La Picota, esta está sujeta por una estructura de hierro que simula unas manos. En la inscripción se puede leer que «La Picota o Rollo fue situada en este lugar en 1580. Se le conocía indistintamente con los nombres de Rollo -símbolo de jurisdicción civil- y Picota -símbolo de jurisdicción criminal-. En torno suyo, solían celebrarse los concejos y actos públicos civiles de gran importancia».
Al margen de todo esto, precisamente La Picota ha estado en las últimas semanas de actualidad, debido a su reciente restauración. O más bien, a su no restauración o al fracaso en el intento de ello, ya que tanto desde el Ayuntamiento, como gran parte de los vecinos no están nada conformes con el resultado final. Como muchos sabréis, La Picota es un monumento que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), una figura jurídica que protege el patrimonio histórico español. La institución responsable de su conservación es la Junta de Castilla y León y, por tanto, la encargada de su restauración. Por tanto, nadie más que la Junta puede realizar obras en el monumento. La concejala de Cultura, Kleme Mancebo, valora los trabajos como «decepcionantes», aunque asegura que «la culpa no es de la empresa que realizó la restauración, que lo ha hecho lo mejor que ha podido para los recursos con los que contaba, sino de la Junta de Castilla y León, por no invertir lo necesario». De hecho, el Ayuntamiento había presentado un informe técnico en el que se estimaba de forma profesional una inversión de 15.000 euros y la institución regional decidió únicamente destinar 2.000 euros, que han servido básicamente para rejuntarla de mala manera y poco más. Para haber hecho esta chapuza valía más que no la hubiesen tocado, porque, aunque era necesaria su restauración, el estado actual es mucho peor que el anterior a estos trabajos. Esperemos que la Junta reconozca su error y no tenga la desfachatez de dejarla así, tanto por el valor histórico que tiene, como por el simbólico para los habitantes de Toreno.
Para finalizar, volviendo al tema central del post, el de las esculturas de Arturo Bruzos, realmente es estupendo que un artista del pueblo haya podido realizar estas obras, que tan buena aceptación están teniendo ya entre los vecinos de Toreno. Kleme Mancebo, asegura que «estoy muy orgullosa de que sean de un escultor toreniense y espero que no sean las últimas». Si aún no las habéis visto, os animamos a hacerlo. Para los que no seáis de Toreno, puede ser la excusa perfecta para visitar mi pueblo natal.