En plena fiebre del iPhone 3G y de la aparición del N95 (de Nokia) y del G1 (de Google)… hace unos días he leído una información proporcionada por la agencia de noticias AFP que alertaba sobre la posible relación entre el uso del teléfono móvil y el cáncer de cerebro. Esta es una preocupación que siempre ha rondado mi cabeza. Desde que inventaron estos ‘cacharros’ siempre he pensado que no podían ser nada buenos para nuestras cabecitas… al margen de que se han hecho imprescindibles en nuestras vidas.
Pues bien, hace casi una semana dos científicos estadounidenses intervinieron en su Congreso para advertir de este posible vínculo. Concretamente, los profesionales David Carpenter (director del instituto de salud y medioambiente en la universidad de Albany -Nueva York-) y Ronald Herberman (director del instituto de cáncer en la universidad de Pittsburgh -Pensilvania-), hicieron diversas comparaciones, como por ejemplo, la correlación entre la utilización de móviles y el padecimiento de tumores cerebrales podría parecerse a la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón, que la industria tabaquera y la sociedad tardaron 50 años en reconocer.